ASHAMED

"Las personas ante quienes nos avergonzamos, son aquellas cuyas opiniones acerca de nosotros nos interesan.." Aristóteles.

miércoles, 4 de enero de 2012

Rota

Y estoy aquí...
Sufriendo por perfección,
Nadando entre zombies de obsesión,
lastimando éste corazón...

lunes, 15 de agosto de 2011

Kudai - Llevame

ODIO

Me miro,
Me miro con odio...

Me odio con fuerza,
Con fuerza me lastimo,

Lastimo éste cuerpo,
Cuerpo maldito,

Maldito espejo,
Espejo enemigo,

Enemigo el reflejo,
Reflejo que miro...

Llévame contigo,
Contigo en los huesos...

Huesos no miro,
Es sólo mi cuerpo.


lunes, 18 de julio de 2011

DEL O R Í G E N y A L A S

Pasan las horas, algunas de ellas no tan difíciles, otras en cambio se sienten en las venas y  a pesar de las múltiples ocupaciones de la vida, me asalta un pensamiento: Ansiedad

¿Y cómo se combate la ansiedad?, La verdad es que muchas veces soy su víctima, pues en vez de continuar con los qué haceres de la vida mundana, pienso en calmarla con calorías. No sé, me siento mal por no mantener el control que hace no mucho, aún mantenía.

Seré honesta, llegué a éste mundo de princesas por una casualidad dolorosa de la vida. Amaba con toda el alma a un hombre al que no le importaba cómo, cuando o dónde; cualquier mujer era pretexto para probar sus artilugios seductores...

Solía perdonar cada una de sus infidelidades, solía pensar que el amor se trataba de eso mismo: Aceptar al otro con sus defectos y virtudes, y sí queridas, creía que la infidelidad era un defecto pasable mientras de vez en cuando, pudiera sentir sus labios de cereza sobre los míos carcomidos...

Pienso que tal vez, cada uno de esos episodios desquebrajaron el amor propio, creo que por cada beso furtivo dado en la noche a labios ajenos, hizo un hoyo negro en mi pecho, por donde se empezó a colar el amor propio, la felicidad y sobre todo la SEGURIDAD en mí misma...

Quien sabe... Tal vez esa seguridad nunca existió, pues si así fuera, muchos opinan que hubiera desertado de aquél amor muchos años antes. Quizá el problema era yo y no exactamente él, quizá el problema era no ser suficiente mujer para el dulce ángel de miel..

Así fue como todo empezó. Por cada decepción, engaño o desplante suyo, un atracón sobrevenía y yo, tratando de sacar de mi cuerpo todo ente tóxico como sus palabras, mentiras, lágrimas y mi propia fealdad, empecé a contarle mis secretos uno a uno a Mía...

Empezó siendo esporádico, sólo sucedía cuando cada cierto tiempo, él decidía desenvainar el cuchillo del desprecio; solía caer en depresión y al principio, Mía era un método por el que c o n s c i e  n t e m e n t e me hacía daño. Quería matar todo aquello dentro de mí que -Según yo- provocaba que él no me amara como yo a él.. A veces me decía que era hermosa, a veces volteaba la mirada a otro lado y un poco más...

Un día, después de tiempos de "Paz" le pregunté: "¿Estoy gorda?", a lo que sin mesura contestó: "No estás gorda, sólo estás un poco llenita. Lo que me gustaba de tí, eran tus caderas anchas y tu cinturita"...

Si ustedes comprenden lo que es el amor propio de una mujer, lo peor que se le puede decir es: "Estás llenita". Luego de esto, inició la última etapa de una relación de casi cinco años... Él me cambió por otra chica, a la que desde luego encontré mucho más bonita y D E L G A D A que yo, de aquellas que suelen fumar marihuana para volar en sueños etéreos y robar amores ajenos...

A la afirmación antes comentada, recuerdo que aquél día le contesté: "Te prometo recuperar mi cinturita"

Así es como comencé a incluir a Mía en todos los días de mi vida, empecé a investigar sobre el reino de las princesas y empecé a fabricar en mi espalda alas de papel, para alcanzarlo en sueños. Sin embargo, cuando estaba en camino, poco tiempo después él me dejó; me dio un beso en la frente y me dijo: "Ya no te amo".

Aquél día de hace tres años, lo recuerdo al filo del dolor. Pasé una depresión increíble en donde la única que me tendió la mano, fue Ana. Perdí más de diez kg en menos de dos semanas, lloraba tanto que el agua era lo único que mi cuerpo marchito aceptaba, me importaba tan poco la vida, que solía tomar baños de agua fría para ver si con el dolor de mil cuchillos en la piel, podía quitar el terrible ardor del hoyo en mi corazón...

Simplemente sucedió. Después me dí cuenta de que había sufrido una metamorfosis, pues mis alas de papel, ahora eran de princesa mariposa; decidí no perderlas y levantar el vuelo con ellas. Él me vió quince días después de aquella taza de café con la que me dijo "YA NO TE AMO", me miró con sorpresa, con incredulidad, con instinto de aquél que encuentra algo para añadir a su colección. La otra, tomó mi lugar en la escena, los celos la invadieron y Ana, a quién miraba en el espejo, me sonreía desde lejos diciendo: "Tú has ganado"

Hoy llevo una doble vida, pues hace tres precisos años encontré el amor de un hombre dulce y maravilloso que me demostró que es posible volver a amar, sólo que éste amor se define y se siente diferente. Él no sabe de la metamorfosis que sufrí, aunque me atreví a contarle un poco del secreto entre  Ana y Mía. Cree que sólo rozaron mis mejillas cuando todo aquello sucedió, pero no sabe que aún me acurruco en sus brazos y que sigo contándoles mis secretos...

Por eso estoy aquí, por el miedo de volver a perder a alguien especial por mi fealdad, por miedo a perder las alas que gané a cambio de tanto dolor, y también, porque en éste mundo necesito a alguien con quien compartir ésta historia que se derrama por mis mejillas cada noche...



Tengo miedo
Sólo quiero volar...

miércoles, 13 de julio de 2011

MIRAGE

Aquí estoy... llena de pensamientos sobre mi fealdad, odio mirarme al espejo y no sentirme en absoluto bonita, mirar mi cuerpo y ver, que aunque he perdido más de 10 kg de peso, sigo sintiéndome una vaca deforme...

Lloro a solas, porque para algunos, es pecado desear ser como la chica de los ojos verdes, la cintura pequeña y la piel de ensueño...

Hoy me odio más que otras noches. Sí, ha llegado la hora de sentirse fea por la noche...

Rota.
Me ves como yo me veo?

martes, 12 de julio de 2011

V E R I T Á

Quizá nunca me atreva a mostrar ésta cara de la moneda al público en general, pero es verdad, necesito contarle a alguien todo ésto que me encadena y consume de a poco cada día. Uno nunca se imagina que llegaría a estar tan pronto en los zapatos de quienes alguna vez fueron blanco de nuestra propia recriminación, sin embargo, lo estoy.

Aquí diré lo que no puedo más callar. Estaré loca o enferma a caso, pero un poco menos si me atrevo a compartir la tristeza de éste corazón con aquellos que también estén en la obscuridad y tal vez, desde su rincón en la vida, una mano me puedan dar...

Ana o Mía...
Sólo soy yo, en medio de ellas dos. Dormida en sus brazos, abrazada a sus caderas, abrumada con sus sueños.


Lo siento. Era tiempo de hacerlo.